Sólo Ser y la Presencia de Dios

No se puede transmitir con palabras todo lo que me llevo de este curso 2010-2011, pero si puedo resumir, una pequeña parte, (digo pequeña porque ha sido mucha) de la ensañanza recibida con dos breves textos de nuestro maestro, y que quizá sean también referente de todos los que conformamos el grupo que semanalmente nos reunimos y de los que siguen este espacio. Hay un deseo que hoy lanzo al Universo para que seamos ayudados, este verano, por la Luz Divina que nos habita a no desconectar del trabajo interior que llevamos realizando durante los dos últimos años, pero sobre todo en éste que estamos.
Que la fuerza nos acompañe en esta Re-evolución Psíquica que es inminente. La batalla es en el cielo y en la tierra, por lo tanto en el fondo de nuestra conciencia. No tengamos miedo a nada, la solución a todo lo que pase en nuestro entorno, y más allá de el, está en nuestro corazón, no perdamos ese centro de amor y que en septiembre volvamos a vernos tod@s de nuevo. Este blog seguirá publicando, durante estos dos meses, todo aquello que nos pueda interesar, manteniendo siempre presentes los textos que nuestro maestro irá dejando para este tiempo. Se abrirá un espacio de libros recomendados, junto con algunos textos de algunos autores, lo podéis encontrar en el direcctorio. Un abrazo y recordad que "somos guerrer@s de la Luz".

"El estado que normalmente denominamos meditación en realidad es nuestra condición natural. Partiendo de esa premisa ¿qué técnica o práctica hemos de aplicarnos para conseguir lo que ya somos? Si busco mi naturaleza esencial no pude ser otra cosa que lo que ya es en sí, ¿a dónde habríamos de ir para encontrarnos? ¿cómo fabricar lo que soy? ¿cómo incorporarme a mí mismo lo que ya es en mí? La mente inventa en su condición dual una separación aparente de nosotros mismos para jugar a buscarnos y desarrolla prácticas y más prácticas espirituales.

Aquietémonos y comulguemos con ese silencio que siempre está ahí, como trasfondo de todos los fenómenos".

"La presencia de Dios no es algo que pueda ser practicado. No es una técnica. No requiere ningún esfuerzo. Muy al contrario, el requisito es abandonar completamente nuestra propia historia. Hacernos a un lado y dejar de depositar toda nuestra energía para alimentar ese fenómeno que se viene llamando ego. Sólo hay que dejar de meditar constantemente en nosotros, alimentando esa idea con emociones y otros pensamientos. Si en este momento te detienes y dejas que todo caiga, lo que queda es, precisamente, lo que siempre estuvo: "la presencia de Dios"

Indiana Om

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