lunes, 15 de agosto de 2011

LA INSPIRACIÓN DIVINA (EL ALIMENTO DEL ESPÍRITU) 2ªPARTE




Para que exista experiencia alguna debe haber polaridad. Percibimos algo porque lo elegimos descartando su opuesto. Toda manifestación se produce de esta forma, por contraste entre dos elementos “aparentemente” contrapuestos. La vida es una constante oposición de polos contrarios. Decido experimentar algo, que llamamos “figura” en términos de percepción visual, dándole un protagonismo a un fenómeno, porque relego a un papel de mero “fondo” a su antagónico. Igualmente podría invertir los papeles y vivir el evento del modo opuesto, es decir lo que ahora llamo fondo lo elijo como figura y viceversa.



Conscientemente o inconscientemente, nuestra vida es una permanente elección entre lo que deseo hasta el apego, y lo que rechazo a veces hasta la aversión, relegándolo al papel sombra, con más o menos represión por nuestra parte.





Como decimos, toda elección da lugar, como tal, porque se descarta la otra cara de la misma moneda. Ésta es la naturaleza de maya: la medida, el contraste, el mundo de lo relativo y comparativo, y que conlleva una toma de postura y una inversión emocional con todas sus implicaciones.





La raíz sustancial de este fenómeno, el antagonismo entre polos opuestos, está en la base energética de la manifestación, de toda la creación, el pulso dinámico, el flujo rítmico de su respiración. Todos los universos creados son el fruto de la INSPIRACIÓN DIVINA, Dios en su quietud ensimismada, genera una voluntad de expresión creativa (la más pura y elevada forma de amor) e inicia un movimiento de expansión desde su seno de absoluta e indescriptible paz. Pura implosión (no puede haber nada “fuera” de Él) cuya onda expansiva genera una estela que va desde la más sutil vibración (OM, sonido primordial), a través de su codificación en un pensamiento divino, hasta su concreción densificada en la forma. El Verbo hecho carne.

Nosotros, dioses a imagen y semejanza del Creador, somos esa luz cristalizada que paga su tributo residual (maya) para que Dios pueda mirarse al espejo, en un imposible despliegue hacia ningún sitio. En la ilusión de separación reside la magia de la expresión y la clave misma del retorno a casa, a la Fuente, al Ser, al Sí-mismo.

El Absoluto (se) inspira y manifiesta su deseo y voluntad de crear. Es el Brahma de los Vedas, el Yaveh del Génesis en el Antiguo Testamento, es Padre fecundando en el abrazo cósmico a la Shakti-Kundalini de los Tantras.


Ese despliegue energético generado se sostiene, vibrante, en su dominio eterno, vestido con el devenir. Es el sublime Kumbaka, la gran retención del prana divino de Visnu, el descenso del Espíritu, sostenedor de todos los mundos. El Hijo de Dios en cada una de las formas humanas que alcanza su máxima luz y perfección en el avatar: Krishna, Cristo, Buda…

El camino de retorno al Padre es la disolución absoluta de todo lo expresado en su infinito seno de compasión, en esa Nada Plena. Es el Apocalipsis en cada nivel de conciencia. Es la absorción total. Todo se reasume en su plenitud con la ESPIRACIÓN de Shiva, el destructor.

De nuevo el vacío, la Perfección, la Nada, lo Absoluto, lo Innombrable. ¿De nuevo? Más allá del ser y de no-ser (polaridad), trascendiendo toda expresión, eternamente (sin tiempo), infinito (sin límites, forma o cualidad alguna), NIRGUNA.

En ese punto cero se abrazan la contingencia temporal y la eternidad, la vida y la muerte, la explosión y la implosión, expresión e impresión, inspiración y espiración. Todos los pares de opuestos para que funcione la manifestación, se disuelven en esa COCIENCIA PLENA, la gran NO-NECESIDAD, que preñada de la más pura COMPASIÓN y AMOR, da a LUZ, el gran Secreto y Misterio de la Creación a través de la energía Crística.

El hombre, la creatura, el reflejo, hace un espejismo del espejo divino con su madurada ilusión del EGO a través de innumerables transmigraciones.


Ese fantasma del “yo”, esa ceguera aparente de separación, genera, a través del mal interpretado sufrimiento, la energía suficiente para expresar con una voluntad ardiente el deseo de perfección, de re-flexión de lo divino conquistado con la propia inmolación del recurso que lo impulsó. De nuevo expresión-impresión, expansión-repliegue, inspiración-espiración, vida-muerte, Dios-criatura. El sacrificio y crucifixión (de las inclinaciones egóticas) como vía de perfección, como fundamento de Lillah, el gran juego o danza cósmica.
"Nosotros no elegimos.
Somos la elección misma imposible de eludir".
 Indiana Om
© Todos los derechos reservados

2 comentarios:

  1. Querida amiga del alma, compañera de sueños expresados con palabras que, la mayor parte de las veces, no sabemos o no podemos elegir con tino. Perdona el preámbulo. Ha ocurrido ayer, precisamente, ví que hacía muchos meses que tu blog de poesía permanecía inactivo y pensé que estaría en otros temas, que no tendrías tiempo o ganas para continuar. Y pensé que me gustaría saber de tí pues te recuerdo con afecto.

    Mi sorpresa al llegar a este espacio, ha sido importante aunque ahora recuerdo que yo he leído algunas veces cosas tuyas que no parecían estar muy alejadas de este compromiso actual. Veo que estás muy implicada y ello es muy coherente con tu manera de ser.

    Te prometo que vendré con la mayor frecuencia que me sea posible para ir poniendo atención y tratando de comprender algo de lo que tengo muy poca información. Aunque siempre lo he considerado muy atractivo, no he ido a buscar ese conocimiento. No te prometo nada pero ahora es posible que tome siquiera la decisión de informarme.

    Por motivos personales, he estado durante algunos meses sin publicar nada. He vuelto porque así puedo continuar escribiendo y haciendo fotos. Estoy muy implicada con la fotografía.

    Hoy ha sido un día de fiesta en mi corazón porque he sentido una gran alegría al saber de tí. Con afecto de Franziska

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  2. Reconfortante e iluminador como todo po que existe en tu acogedor espacio.

    Un abrazo de alma a Alma.:)

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