lunes, 14 de noviembre de 2011

LA EXPERIENCIA DE LA EXPERIENCIA

Toda EXPERIENCIA conlleva una percepción de algo por parte de alguien. SUJETO versus OBJETO. Para percibir o experimentar un fenómeno tiene que existir una separación entre el experimentador y lo experimentado. La cosa observada entra en el campo de la consciencia del sujeto. Entonces se produce la observación.
En la experiencia un sujeto percibe a través de su ATENCIÓN algo (lo siente) gracias al umbral sensorial. Interviene así mismo la mente clasificadora que, a través de la MEMORIA, imputa un SIGNIFICADO CONCEPTUAL al evento.
 
En toda experiencia hay un gran componente AFECTIVO, EMOCIONAL. Es la reacción que se produce instantáneamente al final de cada percepción. Tan rápidamente, que creemos que percibir y sentir la emoción reactiva asociada son lo mismo. Y es precisamente esa EMOCIÓN REACTIVA (automatizada) la que nos enreda y atrapa energéticamente con mayor o menor intensidad en proporción directa a lo vívido del momento. Creemos que percepción y emoción, en ese instante vinculados, son lo mismo. Pero la percepción inicial del fenómeno sería una experiencia y la emoción reactiva consecuente a esa percepción sería otra experiencia distinta. Son dos momentos, dos experiencias diferentes que vivimos no ya asociadas, sino confundidas e identificadas como una misma cosa.

Esa emoción reactiva consecuente a la experiencia es la que provoca actitudes de DESEO (APEGO) o AVERSIÓN (RECHAZO), y por lo tanto es lo que queda indisolublemente asociado a esa experiencia al no vivirlo conscientemente como una experiencia. Entonces rechazamos o deseamos el OBJETO DE LA experiencia, absolutamente ajenos a esa emoción, y actuamos y procesamos el mismo según la EMOCIÓN que es la experiencia, una experiencia distinta.
¿Vemos, pues, la realidad tal cual se muestra, tal cual es? ¿O vemos ya sólo el resultado de una percepción filtrada por la mente y la emoción reactiva?

·         Una percepción. Un momento. 1ª experiencia.
·         Una emoción, reacción a la experiencia, otro momento. 2ª experiencia.
-La 1ª experiencia tampoco es completa y real ya que le imputamos desde la memoria datos almacenados que provienen a su vez de otras experiencias del pasado, no reales, no actuales. El momento presente es único, no REPITE nada, y produce una experiencia única.
-La 2ª experiencia produce la percepción de una emoción a la que también imputamos datos de la memoria, datos del pasado de otras experiencias a las que catalogamos esa emoción, en esos momentos que se fueron, como agradables o no agradables (desagradables, in-comodos).
Es decir, fusionamos 2 experiencias diferentes, de 2 momentos distintos, y las confundimos como una sola que a su vez generará más datos que se almacenarán en la MEMORIA,  alimentando igualmente las re-acciones futuras. Creamos así asociaciones que desembocan en los automatismos o lo que podemos llamar CONDICIONAMIENTO.

Tomemos ahora una EXPERIENCIA cualquiera. Desnuda. Natural. Sin adulterar. Sin reacción condicionada. Una experiencia real. Tan sólo eso.
Experiencia -- Sujeto --OBSERVACIÓN-- Objeto     

Sin más…

¿Quién asiste a esa experiencia? ¿Para quién se da? ¿Quién la vive? Cabría apuntar que el SUJETO. Bien. ¿Dónde está ese sujeto? ¿Quién es o qué es el sujeto? ¿Puedes observarlo? Cuando intentas observar al sujeto tienes forzosamente que realizar un proceso de objetivación del sujeto. Tienes que tomar distancia y ver. Contemplar. Observar. ¿Quién eres tú que estás intentando experimentar el sujeto? ¿Quién busca tener la experiencia de un sujeto, la experiencia de la experiencia?…


Esa intensidad al querer VER es el proceso, si se quiere denominar así, que entendemos por indagación. Esa indagación sostenida produce una revelación consecuente. Conduce a lo que eres. Eso es Meditación.
 Indiana Om
 © Todos los derechos reservados

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