Añoro… ¡desespero!, por un estío cálido y soleado que me engatuse con su conformista modorra.
Encerrado en mí, paseo por las alamedas solitarias de las entrañas arrullando mis intensidades con las incontables hojas naranjas de mis defectos allí registradas, tan frágiles, que un impenitente viento de allende todos los inviernos, soplando a través de las eras, agitará, sacudirá, desordenará con pasión y furor , hasta desorientar mi norte. Hasta confundir al asesino que me habita.
Desnudo, solitario y sin brújula, vagaré, agotado, entre los árboles espectrales de mis olvidos improvisados.
Armado hasta los dientes con la pócima de la contra-dicción no asaltaré, lo juro una vez más, desesperado, por esos caminos confundidos, a ningún otro que a mí mismo.
Y mataré.
Mataré sin piedad ni fin.
Mataré porque no muero.
Indiana Om
© Todos los derechos reservados
El devenir a veces es inoportuno, como un buitre se sienta sobre las espumas azules de los días...
ResponderEliminarNo mueras aún!!
mj
Morir a la vida como única redención. Morir a los hábitos que esclavizan una visión pura, virginal e inocente de culpa alguna.Morir para nacer a la vida eterna.
ResponderEliminarEl pan nuestro de cada noche, de nuestra enclenque realidad humana tan díficil de atravesar....
ResponderEliminarEntonces, muere ya!!
Muero porque no muero...
ResponderEliminarPor ello mato, porque no muero.
Me mato porque no me muero.
Para morirse de risa, sin prisa.
Como mi tía Mª Luisa, como diría la gran Gloria Fuertes.
Un beso de ultratumba.
INDY
Genial. Estupendamente escrito.
ResponderEliminar