sábado, 16 de junio de 2012

AMOR TRIDIMENSIONAL


Una Opera d´amore en tres actos

Acto 1º

El primer escenario del amor apenas requiere dos metros cuadrados. Un almohadón y un par de sábanas por todo utillaje. Dos personajes, y cuanta menos indumentaria, mejor. Al final siempre acaba abandonada en el suelo sin que nadie haya reparado en ella. La actuación en este acto –no el primero necesariamente en las historias interpersonales- que se perpetúa con fruición, es de distancias cortas, de primerísimos planos. De planos detalle, las más de las veces. 


"Egon Shielle"
La mirada apenas alcanza a abarcar fragmentos de desnudo, despiezándolo e hilvanándolo en la fantasía de los ojos cerrados. Los sentidos inventan un millón de inacabables matices que estallan y se desparraman por doquier en la consciencia, hasta perder la razón. El pensamiento se detiene. Sólo hay una jaculatoria, el nombre de la amada aliñado con almibarados epítetos. Susurros, jadeos y sonoras respiraciones al oído, muy cerca, como un eco in crescendo en los espacios interiores de la pasión, hasta llegar a emular al mismísimo trueno. Dando te entregas. Entregando te rindes. No sucumbes a nadie. La forma se desvanece. Y así quiero llegar al fondo de ti, para conocerte, horadándote. Pero ni taladrando tus entrañas consigo verte. No puedo entrar más dentro de tu cuerpo y sin embargo, siento que me alejo, como un extraño pasajero asomado a tu postigo, dando voces, sin ser invitado ni recibido. Los vientres tiemblan, la animalidad estalla. Los gemidos se tornan gritos inclasificables en la frontera del dolor con el placer. Explotan los sótanos de lava hirviente derramando sus borbotones al compás del derrumbe. Y en el desplome siento que te pierdo. Pierdo todo lo que había construido, toda la edificación que había levantado a golpe de deseo. Quise tenerte mientras te poseía, y aferrándome a tu cuerpo sentí que te perdía en un mar de ignorancia. La ignorancia de la bestia que me habita y que, en ese escueto territorio de apareamiento, danzando una absurda parada nupcial, creyó conseguirte cuando ni siquiera alcanzó a saberse. La especie en mí despreció la procreación, y se hundió en el deseo para restituirse a través de la intensidad de un fogueo fatuo. Un fuego que se quema a sí mismo. Un fuego que se arde inextinguible en una llama dirigida a su propia médula. Insaciable. Condenada a prender una y otra vez sobre sí. Que nunca se consume ni satisface con cada representación de su maleficio. Una brasa ciega que recrece en cada acto. Suicida. Que invade abruptamente rasgando las veleidades íntimas, pisoteando los setos floreados de los paraísos interiores, con torpeza violenta. Por unos instantes, la humanidad queda velada.


"Lovis corinth"
Y yo, esta noche miro tu cuerpo desnudo y te busco en él. Como si quisiera desentrañar algún acertijo. Como si el sortilegio estuviera desplegado delante mismo de mis narices y no alcanzara a verlo. Quiero saber, y se diría que el vehículo que me puede catapultar en este lance es el amor. El amor. ¿Esto que ha ocurrido es producto del amor? Me derramo entre temblores, me doy todo y más, me voy detrás de una energía que restalla en mis entrañas cabalgando mientras entrego mi quintaesencia,  y, sin embargo, me vacío, me arruino de mí. Me pierdo buscándote. El precio para conocerte es alto. Estoy dispuesto a darlo todo. Mi apuesta es elevada, la más. No importa si exige mi ruina. Puedo correr el riesgo. Más no puedo soportar no tenerte, ni siquiera alcanzarte, apenas encontrarte. Te amo y quisiera conocer aquello por lo que daría mi vida toda. Lo entrego todo y no alcanzo a comprender porque no te vislumbro en mi entusiasmada renuncia. ¿Cuál es la puerta que me llevará a ti? Aquí, cerca, muy cerca de tu cuerpo, entrando en él, surcándolo hasta las entrañas, recorriéndolo poro a poro, inundándolo de mí, bebiéndomelo todo, haciéndolo mío, fundido e indisoluble, te he buscado sin hallarte. Apenas una sombra se ha deslizado en esta aventura, una sombra que me ha hecho estremecer. Mi ser se ha sentido sacudido con cada contienda de eso que llamamos “hacer el amor”. Mi consciencia ha velado después muy alerta y no ha visto nada. ¿Qué hacer para vislumbrar tu rostro, amor?

Me he extraviado en la forma. He hollado tu cuerpo femenino y lo he encendido con mi masculinidad, pero la chispa eléctrica no ha alumbrado mi entender. En cada madrugada que me inmiscuí en el ritual erótico, quedé abandonado a mi suerte. Una suerte de inconsciencia, de impotencia, al no haber alcanzado más que un cuerpo.

Indiana Om
© Todos los derechos reservados   

Continuará, próximamente con el Acto 2º

19 comentarios:

  1. Un escrito mágico y el cierre es pura trascendencia.

    Algo sobre el amor publiqué recién y acabo de aprender que tengo que seguir aprendiendo. Besos amigos.

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  2. Aunque no proceda al final del primer acto, me sale un silencioso ¡BRAVO Gao!

    Un abrazo

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  3. Atrapa la historia mj, y bueno, me ha encantado, que mas da, los metros cuadrados que mida la habitación, ¿no?, jeje, un abrazo.

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  4. Cunado hacen el amor dos seres que se aman profundamente, es como morder el cielo con los dientes...

    Besos

    PD: la música es buenísima

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  5. VA LA PRIMERA DIMENSIÓN.
    UN ABRAZO

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  6. Oteaba y Conchi, deciros que no soy yo la autora del texto, es de Indiana Om. Está firmado por él.
    Me alegra que os guste, gracias.
    mj

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  7. Un recorrido por los sentidos

    un abrazo

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  8. Después de saciada la bestia
    que nos arrastra
    a la pasión y el deseo y nos impulsa a la fiesta de la carne,
    sólo puede quedar el vacío,
    un reglón en un registro.
    Se apagan los candelabros
    en la alta noche.
    Tiembla el Amor que no es encontrado,
    por mucho que arda la belleza.

    mj

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  9. Y esa sensación de vacío..

    Pe

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  10. Como en toda obra que nos gusta, al final de cada acto van APLAUSOS!!

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  11. Hola te he descubierto hoy y esta bueno, muy expresivo y burbujeante! Un gusto

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  12. de nuevo por tu casa.

    Saludos y feliz domingo.

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  13. Derramarse, esa es la única fórmula de todo, derr-amarse...

    Un beso.

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  14. MUchísimas gracias, queridísimas lectoras (y algún lector). Bienvenida, Roxana, ponte cómoda, por favor. Estás en tu casa. Entra en la magia que te propone este blog que con tanto celo, cariño y energía sostiene mi queridísima MJ. Yo, Indy, te recibo con esta Ópera. Si nos sigues visitando apreciarás igualmente la calidad de los poemas de MJ, amén de muchas cosas interesantes que nos cocina con la magia de la red.

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  15. Hola Indiana OM tus reflexiones en mi blog te las agradezco, pues es una forma de ampliar nuestra mirada sobre nosotros mismos.
    Eso de experimentarse uno mismo está muy bueno,pues somos únicos y como tal por ahi se debe comenzar o terminar??? Beso y un gusto!
    A mi tambien me apasiona todo lo que esté relacionado con humanidades.

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  16. Magnífico texto, gracias por compartir.
    que tengas una feliz semana.
    saludos.

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  17. Me ha encnatado por sensual.. intenso..

    y hasta dolorosamente placentero..

    besos Eternauta

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  18. Pura belleza, estas instancias del amor. Las he recorrido en sentido inverso, pues me sentí deliciosamente atrapada por la excelsitud de las palabras, elegidas acaso por el ángel que las custodia.
    Gracias, simplemente gracias por compartirlas.

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  19. Enmudezco ante tus elogios, Catalina.
    Sólo queda decirte una vez más, gracias, amiga.
    INDY.

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