miércoles, 20 de junio de 2012

AMOR TRIDIMENSIONAL

 
 Una Opera d´amore en tres actos

Acto 3º

 
El escenario del tercer acto es diáfano, amplio, muy amplio. Infinito, se diría, si nos atenemos a la sustancia de su soporte. Inagotable en sus expresiones si contamos sus formas.




Es un espacio interior, tejido de memorias y fantasía. Una tabla diáfana donde todo queda registrado y almacenado. Donde todo es posible y plausible. Están hechas sus manifestaciones del mismo lienzo que los sueños. De imágenes y palabras. De discursos y monólogos. De juicios y consejos. De emociones y sentimientos que combustionan con cada fenómeno reflejado.





 Allí el amor es posible en forma de anhelo profundo e íntimo. Se diría secreto. Sagrado. El rostro de la persona amada se dibuja con pasmosa facilidad en ese trasfondo de gasa, como un retrato de anilinas, empapando la seda del tiempo detenido. He retenido lo mejor de él desafiando las edades. Año tras año, ensueño tras ensueño, todo se ha grabado en hilo de oro, el de los mejores encuentros. 




Allí están todos los inicios. Todas las incertidumbres y su intenso escozor en el estómago. El primer beso, y el segundo. Amén de todos los demás besos, robados o no. Las caricias y su sabor de mango a la sazón. Las miradas de embrujo inquietante que no sólo alimentaron no pocas tardes de soledad, sino que se extendieron desde allí hasta la eternidad. Nada ha muerto en ese escaparate, en el desván de mi paraíso interior. Lo desagradable lo guardo bajo llave encerrado en un viejo baúl. Sólo traigo a escena lo más granado de mis recuerdos, las más vívidas experiencias vividas. Las más aterciopeladas y excitantes impresiones que, sorbo a sorbo, saboreo en la intimidad que no necesita tiempo ni lugar para ser.

Allí, amada mía, te amo. Te amo incluso más que cuando leí “sí” en tus pupilas. Sólo en ese escenario hago el amor y la corte a la Venus de mis sueños, sin impedimentos ni reclamos. Siento que en él te amé incluso antes de conocerte. Me declaré miles de veces sin que me oyeses, y te susurré preciosas palabras impronunciables por mis labios. Todas las melodías son posibles cual banda sonora disponible a cada sueño.

"Kokoschaka"

El amor es más real allí, etéreo. Flota y evoluciona sin obstáculos aparentes. Sólo mis miedos inconfesables pueden hacerlo palidecer. Desde ese plano todo es posible, incluso deshacer una discusión en un instante, o desplegar una fiesta que colea en una sonrisa, en el peor de los momentos. 

Es mi salvación. No lo siento como una evasión. Es una dimensión disponible desde lo imposible. El reverso de mi lógica.

En ese lugar, mis sentimientos están a salvo. Son más míos. Me pertenecen de veras. No tengo que explicarlos ni justificarme. Están hechos de luz. De luminarias interiores que alumbran todos mis momentos, todas las escenas de todos los actos posibles de mi historia contigo. Sobrevivo a la modorra incómoda desde allí. Lo habito todo en él. Digiero mi realidad con la cuchara de la fantasía imaginaria. Solapo mis interioridades privadas al crudo exterior demasiado cocido.

Desde allí habito un amor soñado de tal veracidad y consistencia, que compite con el envite del sentimiento en la materia. Intento encajar esta versión con la oficial. No siempre lo consigo. La verdad, casi nunca. Existo en dos realidades paralelas que se consuelan y completan en su imperfección.

"Rossetti"
Allí es más seguro, pero ¿dónde estás tú en esa diafanidad? ¿Dónde está tu “yo” ahí? ¿Dónde reside tu ser? Escudriño la imaginería íntima, las emociones y sentimientos, los gestos de humo. Sigo anhelándote entre mis ensoñaciones que no tienen correspondencia con los espacios y sus productos de los otros dos actos en los que se representa el drama del amor en mi existencia. Sigo naufragado. Encallado. Trabado en un mar de ilusiones, menos densas que las que pueblan las otras dos dimensiones, sí, pero tal vez más intensas, más engañosas. Tremendamente convincentes como cantos de sirena. ¿Dónde estás, amor, entre velos y visillos de los más exquisitos bordados? ¿Cómo hallarte entre las brumas etílicas de la ambrosía de mis fantasías? ¿Cómo verte en un espacio donde sus habitantes son más sutiles que la luz? ¿Cómo podría allí asirte de encontrarte?

Indiana Om

© Todos los derechos reservados   

Continuará, próximamente con el Epílogo

12 comentarios:

  1. Son las horas en la que los pájaros desfilan por los sótanos de la mente. Apenas una luz nutre los nidos donde habitan los sueños.

    En todas esas formas hechas pensamiento y emoción creo que miramos mayormente, hacia ellas vamos y con ellas tropezamos, y si no es tropezar, es danzar al ritmo que será hoja caduca, mucho más allá de nuestra propia continuidad, esa que lleva el alma escondida para ser vivida...

    Precioso tercer acto...

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  2. Imposible describir las sensaciones que despierta este espacio pródigo en luz y belleza.
    ¡Gracias!

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  3. He aqui...el Acto 3°, propagándose en destellos, explotando en fuego sagrado, cada palabra abre infinitos universos, leer con el alma.

    Hermoso.
    Cariños Eternauta.

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  4. Solo puedo sugerir que guardes los miedos donde encierras los malos recuerdos
    A esperar el epilogo.....
    <un abrazo

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  5. ¿Y si cuando voy a encerrar los miedos se me escapan los malos recuerdos, Lapislazuli? ¡Me da miedo encerrar al miedo!...
    Es broma. Muchas gracias por el consejiño do mar.
    INDY.

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  6. Sin desmejorar los anteriores, también considero este acto precioso y maravilloso. El amor en su pureza, más allá de la presencia y trascendiendo toda materia física.
    Sólo me penetra una duda: ¿es necesaria la distancia para sentir un amor así? Espero que no siempre.
    Un abrazo.

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  7. He venido a devolverte la visita, pero esta ópera en 3 actos requiere atención y tiempo. Volveré porque estoy más que convencido de que vale la pena.

    Un abrazo, mj

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  8. Pedro, del mismo modo que con la meditación buscamos residir en nuestra consciencia pura, es decir sin que necesariamente haya consciencia "de" algo, consciencia que se consciencia de sí misma sin necesidad de un objeto que apunte hacia ella, del mismo modo, decíamos, podemos "buscar" al amor en sí, esa condición nuestra esencial, sin que sea necesaria la "excusa" de otro sujeto que haga de "objeto" de nuestro amor. Pero como ya digo en alguna ocasión, aunque pretendo que mis relatos hablen por sí solitos sin la necesidad de un manual de instrucciones, hay distintos niveles de consciencia con los que los seres enfrentamos el mundo y sus fenómenos y eso es lo que intenta transmitir esta Öpera con la excusa del amor.Y con los propios relatos ocurrirá lo mismo.
    Muchas gracias amigo porque tus indagaciones me ayudan a creer que merece la pena seguir escribiendo para un blog como éste.
    INDY.

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  9. SUPERLATIVO TEXTO!!!! ME TRAMA.
    UN ABRAZO

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  10. Qué hermosa manera de narrar ese 3º parte del amor tridimensional.

    Hay que estirar el brazo y cerrar la llave del cuarto de atrás donde residen los temores...que se queden alli...

    Besos

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  11. Creo que la claridad de nuestra mente reside en la consciencia conque dejamos fluir el pensamiento, sin pararnos en si es bueno o si es malo, de esta forma no hay apego siempre está libre de todo para que se llene de luz.
    Gracias una vez más por hacerme reflexionar.

    Besos

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  12. Un tercer acto relajante que sí, me llena de luz, porque es amor el que me salva siempre, incluso de mí misma. Precioso, bello leerte. Un abrazo.

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