miércoles, 6 de junio de 2012

ENTREVISTA A INDIANA OM (6ª Entrega)


  •  Pedro, autor de varios libros, amigo y compañero en el camino, del blog: Existir es Resistir,   en el que se define como: "Sólo soy un espíritu no condicionado que vive prisionero de las condiciones. Cuando aprenda a rendirme ante ellas, obtendré la libertad".

Hopper
-Las más interesantes que se me ocurren seguro que ya las tendréis anotadas, sobre su trayectoria personal, cómo llegó a adquirir ese estado de conciencia tan avanzado y cosas así. 

 A mí me gustaría saber a quienes considera sus principales maestros, qué es para él la Espiritualidad.  Qué le dice su intuición sobre el inmediato futuro de la humanidad.

-Querido Pedro, aunque, como dices, muchas de tus cuestiones ya han sido de una forma u otra contestadas, yo te resumo someramente unas (que se completarán con lo ya anotado antes) y profundizo en otras, cada uno de vosotros, siquiera por la molestia de poneros en contacto con nosotros, merece este trato.

Mi “andadura” espiritual comenzó en una persona que en apariencia lo tenía todo resuelto y cubierto en su vida: una familia, más trabajo del que podía abarcar, una casa grande, un cierto status económico y fama y prestigio profesional en el mundillo del comic, el diseño gráfico y el arte. Pero había en mí una insatisfacción que siempre me había acompañado y creía que respondía a no haber conseguido todavía todo lo anterior. Un buen día, a causa de una operación quirúrgica, tuve tiempo para mí por primera vez y pude plantearme un “contrato con Dios”. Yo era un gran descreído en todo esto hasta la irreverencia, pero llegué a ciertos niveles de desesperación con mi insatisfacción y pedí una respuesta, casi a gritos, un buen día en el sótano de mi casa.

Después de dicha operación cayó en mis manos un libro sobre el ayuno, y ahí empezó todo. A partir de ahí una cosa llevó a la otra y rompí drásticamente con todo lo que había levantado en torno mío. Entré en una tariqua sufí, me interesé por la oración del corazón cristiana, la mística en general, el yoga, el budismo, chamanismo…etc. Así durante años de intensa búsqueda entusiasta.
Siempre he mantenido ese espíritu crítico en todo y con todas las figuras espirituales, no me llevo bien con la autoridad si no la considero competente, porque puede hacerte perder mucho, pero que mucho tiempo. Por ello tengo un punto autodidacta a pesar de todos los sitios en los que he estado. Eso sí, he aprendido a recibir enseñanzas de personas, de libros y de todas las situaciones de mi vida. La Naturaleza es un libro abierto a través de sus manifestaciones, pero te diré un secreto, amigo, he aprendido muchísimo enseñando a otros porque te obliga a clarificar enormemente las enseñanzas que al fin y al cabo te las estás diciendo a ti también.

No sé si mi estado podría considerarse “un estado de conciencia muy avanzado”, pero he practicado mucho tiempo sadhanas e investigado mucho en mi propio cuerpo y mente como para iniciar hasta cierto punto a gente con sincero interés, de ahí a ser un Maestro tendría que plantearte lo que yo entiendo por Maestro, pero tesón, formación y profesionalidad honesta no me faltan. Y sí, tengo el “camino” muy claro a estas alturas de mi andadura, que, la verdad, lo es todo.

Y ahora te contesto el resto de tus preguntas. Mi espíritu es muy marcadamente Jnani. El Jnana yoga es el yoga del discernimiento, el que busca la Verdad descartando lo que es falso, lo que no se sostiene. Es una disciplina del conocimiento, de la sabiduría, de la indagación. Pero no descarto en mis prácticas las tendencias de la otra gran vía para mí, la del Corazón y el Amor. Ambas son el gran tesoro cuando se comprenden bien y sintonizas con ellas. Te llevarán a la postre cada una al mismo sitio. Si las combinas, estás tocado por los dioses.

A quienes considero mis maestros, a los grandes jnanis, Ramana Maharsi, Nisargadatta Maharaj, Sankara, en general todos los advaitines. Además sumaría un buen grupo de maestros de diferentes tendencias y culturas, es una lista larga, pero te apuntaré a Jesús, Buddha, Anandamayma, Aurobindo… Los maestros del Zen más puro y muchos otros variados y contemporáneos. Pero en general a mí me inspiran muchas cosas y muchos libros aunque no sean de autoridades espirituales. También he conocido y trabajado con muchos maestros y lamas, instructores, maestrillos y farsantes de todos los colores, de todos he aprendido, aunque sea lo que no hay que hacer, sobre todo con la gente que se te acerca creyendo en ti. Creo que todo me ha ayudado a ser tremendamente escrupuloso y respetuoso con la gente, todas mis malas experiencias y desencantos me han forjado casi más que lo contrario, me han trabajado la humildad y la honestidad.
¿Qué cómo veo el futuro inmediato de la humanidad? ¡Uff!, no sé si mi opinión al respecto puede servir de ayuda o siquiera comprenderse, pero te diré que todo está bien, muy bien. Todo ocurre como debe ser en cada momento. La vida es un juego de ajustes buscando el equilibrio y la compensación desde la “entropía”, y aquí no hay que mirar todo muy a ras del suelo, en términos de destrucción, crisis o muerte quizá. A lo mejor hay que ahondar más dentro de uno mismo y revisar el proyector de cine que estamos utilizando para que toda nuestra vida (la personal y la colectiva) se esté dando de la forma como se da. ¿Cómo voy de amor, últimamente? ¿Mi compasión está actualizada? ¿Qué me dictan mis sentimientos cuando miro a mí alrededor? Quizá sea muy fácil ponerse delante de un telediario y echarle la culpa a quien corresponda según la noticia de turno, pero ese telediario con toda su tragedia está en mí, ha entrado en mi conciencia, soy su cómplice de algún modo, no es tan ajeno a mí, o tal vez todo eso no sea tan “real” como creo verlo. 

Tal vez los extremismos nos empujen a mirar de otra forma diferente a la acostumbrada. Quizá necesitemos una buena sacudida social, planetaria o cósmica, para empezar a caer en la cuenta de que lo que hemos establecido puede que no nos esté haciendo felices y no sea tan inamovible después de todo. Si no es por las bravas, a veces una postura acomodaticia con respecto a un paradigma colectivo no la mueves tan fácilmente. 

De cualquier modo, estamos convencidos de que todo este tinglado nos está pasando a nosotros, y la tendencia natural es a preservarnos del sufrimiento que arrastra la carencia, buscando nuestra satisfacción incluso a costa de los demás. Mirar y ver. Pero sobre todo hay que evitar la preocupación y el miedo.

Muchas gracias por tu interés.
Indy

Continuará próximamente, con la última entrega en la que cerraremos esta entrevista a Indiana Om

6 comentarios:

  1. Muchísimas gracias Pedro por tu colaboración en esta entrevista.
    Ha merecido la pena dedicar un tiempo a este intercambio de preguntas y respuestas. Hemos visto a un Indiana en otro formato. Nos demuestra, una vez más, que es una persona polifacética, diversa, capaz de arrojar enseñanza ponga donde se ponga y de la manera más variada que podamos imaginar.

    (personalmente creo, y a veces pienso, que es Super-dotado, pero eso no se lo digo por si acaso se lo cree...)broma...


    Un abrazo enorme, y ya sabes Pedro, estás en tu casa...

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  2. Me siento muy identificado con todas tus respuestas. Ahora veo que tenemos muchas cosas en común (salvando las diferencias, que también son muchas).
    Infinitas gracias a los dos por tanta generosidad y entrega.
    Seguimos en contacto.
    Un fuerte abrazo.

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  3. Somos la misma alma. Las diferencias las establecen las experiencias que nuestra gotita de consciencia vive para evolucionar.
    Es un placer escucharte.
    INDY.

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  4. Tenéis un camino andado que hace que vuestro interior este sosegado ante actos que tal vez a muchos nos sacarían de quicio y eso es admirable.

    mj,estos días he estado fuera, aún lo estoy, vuelvo a casa esta noche, así que estuve algo desconectada

    Besos

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  5. Un saludo, Pluvisca. El único camino que andamos Mj y servidor es el de desandar lo conocido y encajado por la cultura y la educación, por el sentido "común" y el hábito que no sólo no hace al monje, sino que lo atonta. Intentamos no depositar nuestra identidad sobre nada otra cosa que nuestra cámara secreta, aquélla que guarda celosamente nuestras más íntimas y cultivadas convicciones, para desplegarlas con amor hacia gente como tú, querida amiga.
    Un beso. Que siga el juego.
    INDY.

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