viernes, 26 de octubre de 2012

EL SORTILEGIO DEL SAGRARIO DE ROBLE

"Odilon Redon"


   Los árboles susurran al cielo plegarias de clorofila, mientras la luz se abre paso entre sus hojas, horadando la penumbra amable y fresca. Un sendero se dibuja entre las garras de raíces, que ofrecen recodos nudosos al viajero, donde ensoñarse al abrigo de un abrazo de madera.

   Un contemplativo caminante, que sigue fielmente el rumbo de sus pies, se desliza entre las luminarias de los visillos que se descuelgan, diagonales, como mecidos por un viento tan invisible como insensible.

   Una sinfonía de sonidos atinadamente afinada se destila en la atmósfera. Es el canto poderoso que supura la Naturaleza. Aves, insectos y ardillas sincronizan sus espontáneas armonías.

   Un chorro de premonitoria luz alumbra el sagrario de un roble. El solitario vagabundo, con reverente gesto, encaja su cuerpo al abrigo del secreto hueco. Las dos savias se abrazan a través de su espalda y cruzan sus íntimas vibraciones. 

   Se respira paz. Se destila amor. Con los ojos cerrados, con el alma abierta, lo diáfano comulga en la forma. La emoción se eleva fundiéndose en la conciencia como el perfume de la orquídea salvaje. El sentimiento que arde discreto como el sándalo, no se consume jamás. Y en la penumbra, se hizo la luz. Una luz de intensidad tal, que todo el bosque quedó cegado, sobrepasado, ahogado de albor. Todos los coros entonaron intensísimas octavas imposibles al unísono. Los árboles se encresparon y los animales, paralizados, se abrasaron en la llamarada blanca que parecía estallar por doquier sin estrépito.

   Los espíritus, desde lo más recóndito del escenario, acudieron, propiciados, al sortilegio. Todo bailó y bailó. Los mundos se abrieron volcando borbotones de energías liberadas que se mezclaron sin algarabía. Seres venidos allende las invisibles fronteras de la razón, inundaron los espacios que, por un instante mágico, comulgaron en un punto del infinito vestido de experiencia.

   “¡Danzad! ¡Danzad!”, exhortó el mago desde el corazón de roble, y todo estalló sin fin en un crisol caleidoscópico de universos. Infinitas almas celebraron lo invisible, manifiestas en sonidos, movimientos, colores, olores y formas.

   El velo negro de las eras se rasgó por un instante fugitivo, y la Creación, sobrecogida por el milagro, suspiró.

   La vida regresó al hogar.
 Indiana Om

   © Todos los derechos reservados

22 comentarios:

  1. Quién habrá sido ese caminante, Buda, Jesús, Lao Tse?
    El texto transmite en forma muy vívida ese instante supremo, cuando el velo negro de las eras se rasgó por un instante.
    Un gran abrazo

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  2. Hola, Indy

    Bonito y mágico momento en el que todo es posible, donde se conjuga el amor a todos los niveles y planos.

    Besotes.

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  3. Mi ejercicio favorito: Cerrar los ojos, abrir el alma.
    Entonces ella, la magia Infinita.

    Saludos, Indiana y MJ. Buenas noches.

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  4. Cuando uno cierra sus ojos y conecta con su yo interior, surge el amor...

    Besos

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  5. Me gusto mucho el cierre.

    Saludos cariñosos.

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  6. Momento especial, donde todo puede ser posible. Bello
    Un abrazo

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  7. Bellísimas imágenes en este hermosa historia. Apenas ya en el comienzo: "Los árboles susurran al cielo plegarias de clorofila", es impresionante.
    Una historia que te transporta, te hace cerrar los ojos, abrir el alma y sentir en el rostro la caricia tibia y la frescura de la tierra en los pies.

    Un abrazo!

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  8. Con los ojos cerrados y el alma abierta se puede andar por la primavera del espíritu como si los pies fueran plumas.
    El paisaje canta sus nombres infinitos.
    Se suspira profundamente ante este texto bellísimo.

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  9. La belleza infinita estalla en el espíritu interior de tus letras. Y en el instante mágico, el roble muestra sus misterios, dejándose abrazar por el sol del verdadero hogar.Lo comparto. Bellísimo Indiana. Mi admiración.

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  10. que maravillosa mística la de tu escrito, llena de energía al lector es un canto de alegría gracias amiga por compartir tu inspiración, saludos

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  11. Me has trasladado y he danzado.

    Cierro los ojos y siento pulsar vida.

    Abrazos

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  12. leerte y sentir como una especie de paz ha sido todo uno. La naturaleza habla y no queremos escucharla.

    PRECIOSO.

    BESOS.

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  13. Hay momentos en donde la razón poco importa, éste es el territorio de los sentimientos.
    Un abrazo.
    HD

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  14. Paz, eso me produce leerte, M.J.
    Un abrazo.

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  15. hola,
    nos gusto mucho tu blog!!!
    muy buen tema,
    ya somos tus seguidores,
    somos nuevos, esperamos tu visita.
    saludos desde:
    www.nuestro-mundo-diferente.blogspot.com.ar
    Toshiro-Francisco.

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  16. SIEMPRE EN BUSCA DE LOS SIGNIFICADOS INTERIORES.
    UN ABRAZO

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  17. La naturaleza como fondo de este excelente relato me ha llevado a jugar con la imaginación. Un nuevo Big-Bang, ¿por qué no?, puedo imaginarme abrazada y arropada por la fuerza del roble renaciendo de nuevo en un mundo distinto y mejor, puedo...

    Como siempre, ¡chapó!, por tus letras, Indiana

    Un beso para tí, Mª José. Formáis un dúo perfecto.

    FINA

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  18. La magia de la vida que obedece al Espíritu de la Vida. La Danza que pone el pie en un río de constante movimiento y de su agua fulgurante nace ese instante único donde la vida se manifiesta para todos cuantos son capaces de recibirla.
    ¡Ea pues, un derviche, como tú Indy, que danza con el agua de la vida!

    Saludos desde un lunes fresquito.

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  19. Las imágenes descriptivas están realizadas con metáforas y es, a mi entender, un texto inmensamente poetíco.

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  20. Algún día seremos partícipes de tal maravilla??????

    Algún día danzaremos entre las ramas de los árboles y escucharemos el coro de los elementos de la naturaleza????

    Si, algún día las almas danzarán una hermosa sinfonía de Universo y gloria...

    Indiana es tan infinitamente hermoso, que cierro los ojos e imagino la luz.

    Abrazos

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