Se echan de menos tus ausencias que se presentan de súbito
casi por encantamiento
cuando mi fibra candente caldea el silente espacio.
El silencio se arranca con sonoridades entre los velos rasgados de mi agonía.
Sol.
No nace lo que crees.
Tampoco es que muera mucho.
Serrando los instantes he arrebatado un suspiro al viento.
Me fugo con tu voz cuando te atreves conmigo.
No regreses.
Así está mejor.
El dolor después de todo
no es tan mala compañía
comparado con nada.
Del poemario: "El espejo se mira en mí"
Indiana Om
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Pues justo de súbito me presento
ResponderEliminara leer tus finos versos, Indi
y a dejarte un buen abrazo y otro a MJ
Hola Myriam, gracias por presentarte aquí y otro abrazo enorme para ti.
ResponderEliminarmj
Muchísimas gracias, guapísima.
ResponderEliminarSeguimos en contacto como siempre en este tu blog.
Indy