SER EL MOMENTO
La vida de cada persona, tal y como es, sin tratar de evitarla, supone la avenida perfecta para su realización espiritual.
Deja de pedirle cosas a este momento.
Este momento es perfecto, lleno de potencial. Este momento alberga todas las posibilidades.
¿Por qué quieres cambiarlo? Cuando buscas te evades de la realidad que (siempre) es, e inventas tu historia personal llena de necesidades.
¿Por qué no dejar que este momento sea tal cual es?
¿Por qué no soltar el deseo de controlar?
¡Despierta a LO QUE ES!
Hay que parar, de vez en cuando, caer en la cuenta de todo esto e intimar con uno mismo en un marco y ambiente que inviten al recogimiento, al silencio y al encuentro con el SER.
(Indiana-Om)
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Me gusta la frase
ResponderEliminar"intimar con uno mismo",
cuánta energía se pierde
buscando lo que ya tenemos,
solo hace falta pararse
y relajar el momento
en nuestro silencio interior.
Muchos besos
El silencio retroalimenta lo que llevamos, lo amasa y fermenta, lo bueno y lo malo, lo que ansiamos regenerar y lo que no sabemos superar. No es sencillo desactivar la impotencia cuando la sensibilidad ha sido avasallada, pero es posible intentarlo, mojarnos con la sabiduría que nos llega de los espacios naturales, abandonarnos en ella, dejar que haga su trabajo. Saludos
ResponderEliminarCierto. Le pedimos demasiado al presente, al momento efímero que se nos va de las manos sin que sepamos aprehenderlo de la manera en que nos podría beneficiar de un modo espiritual.
ResponderEliminarTodo lo que le pedimos, de más, al momento, es, como dices, una historia personal llena de necesidades, es decir, de no-necesidades en el fondo.
Es tan difícil desprenderse de todo lo que nos estorba para ser nosotros mismos, es decir, para ser felices.