LA MEDITACIÓN ES EN REALIDAD NUESTRO AUTÉNTICO ESTADO DE SER

La meta del ser humano, se ha dicho muchas veces, es la consecución de la felicidad.

Todos nosotros buscamos a diario la felicidad a nuestra manera, según una visión y entendimiento particular que hemos aprendido de nuestros mayores y de nuestro entorno.

Nuestra estrategia para ser felices se orienta hacia nuestro entorno y los demás, creyendo que ese estado íntimo nuestro de felicidad nos lo va a otorgar algo de fuera, ajeno a nosotros.

La felicidad, la paz, la serenidad o el equilibrio interior, dependen enteramente de nosotros mismos, y como todas las apreciaciones y valoraciones que realizamos sobre el entorno, los demás y nosotros, las hacemos desde nuestra mente, el camino hacia el bienestar es el camino del conocimiento y dominio de la propia mente.

Así, el trabajo con la mente se le ha venido denominando “meditación”.
La meditación, en su meta última, supone un estado de (solo ser), trascendiendo todas las barreras y obstáculos que nos apartan de nuestra esencia natural que en verdad es ese estado de paz, bienestar y equilibrio.

Esos obstáculos a que nos referimos son fundamentalmente las emociones que bloquean y desgastan nuestra energía introduciéndonos en un laberinto cotidiano de elecciones entre lo que consideramos como agradable o desagradable para nosotros.



Así nos vemos impelidos constantemente a elegir entre dos polos y, lo que es peor, esto lo hacemos de una manera automática, lo que nos esclaviza ya que no tenemos la más mínima energía o disposición de discernir el mecanismo por el que esto se produce en el mejor de los casos de que nos planteemos un cambio.

De ordinario nuestra energía se halla atrapada en esa incesante red emocional produciendo bloqueos que impiden vivir plenamente la experiencia de la vida enfrentando unas situaciones como placenteras y otras como di-placenteras o perjudiciales.

Cuando queremos huir de aquello que etiquetamos como perjudicial para nosotros o buscamos perpetuar lo que adoptamos como placentero atrapamos toda nuestra energía con la aflicción y el sufrimiento.

Experimentando, a través de secuencias y técnicas guiadas de meditación, nos pueden llevar desde la raíz del planteamiento hasta el vislumbre de la meta, y todo de una manera vívida y clara.

LA MEDITACIÓN APORTA PAZ, BIENESTAR Y EQUILIBRIO
LA META DE LA MEDITACIÓN ES CONECTAR AL INDIVIDUO CONSIGO MISMO Y CON SU ENTORNO PROCURÁNDOLE UNA EXPERIENCIA AUTÉNTICA DE LA REALIDAD
Indiana Om
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