Gratitud

Cuando despiertes por la mañana y abras los ojos, da GRACIAS por el mero hecho de poder hacerlo.

Mira esos ojos en el espejo y reconoce la divinidad que hay detrás.

Permite que Dios se asome a través de ellos y diséñale con CREATIVIDAD el más hermoso de los días, instante a instante.

Bendice cada elemento que comas o bebas y ofrécelo a los seres que pueblan los incontables universos del mandala de tu cuerpo, para que te procure los más elevados pensamientos.

Deja que el Creador se exprese en cada ser o cosa con la que te relaciones.

Que el HACEDOR, actúe. Que la LIBERTAD sea libre. Que el SILENCIO pueda oír su voz.

Que la PAZ pueda apaciguarse. Que toda palabra, si ha de ser pronunciada, sea por pura INSPIRACIÓN.

No te esfuerces en amar. Que el AMOR se prenda a sí mismo en la llama de tu corazón.

Que el amor, se ame.

Mírate en el espejo de la Vida y disfruta, sobre todo, de tu DIVINA HERENCIA.

Y, por la noche,  antes de dormir, saluda a esa remota estrella hermana, y abrázala en este viaje a ningún lugar, mientras retornas al INFINITO.

¡Qué la GRACIA te acompañe!

Indiana Om

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