lunes, 5 de septiembre de 2011

Somos Energía

“En este cuerpo de apenas dos varas y media
 está contenido todo el universo”,
apuntó Buda hace 2.500 años.
“Como es arriba es abajo”,
 nos sentencia el Kibalión hermético.
Y “el verbo se hizo carne”,
nos revela la Biblia.

Máximas que convergen en el hombre como manifestación particularizada del cosmos, un microcosmos como expresión del macrocosmos. El todo en una parte como apuntaba la “teoría del campo unificado”, donde una sola partícula tiene el potencial de desplegar todas las capacidades del universo entero hasta tal punto que no podemos aislar o separa una sola mota de polvo porque repercutiría, como un efecto mariposa, en el conjunto del mismo.

Desde las teorías más mecanicistas en torno al hombre que se refieren a la energía como el combustible que preside todos los procesos físico-químicos o biológicos, hasta los planos psíquicos, donde, desde sus disciplinas, se ha apuntado la relevancia de tomar en consideración los factores mentales que podrían desencadenar los distintos desórdenes con repercusiones en el cuerpo; desde los niveles sustanciales hasta los más sutiles o insustanciales, decíamos, se habla del término energía como el factor imprescindible para la vida.



Un cadáver es un cuerpo exento de energía, pura materia, la contribución de millones de microorganismos producen la transmutación de su química, a través de su aporte energético, en otra manifestación, “el polvo vuelve al polvo”, que se disuelve en el espacio. “No somos nada” como diría la sabiduría popular.




Sin embargo la cópula del hombre y la mujer, a través de la energía del amor o desde el más puro instinto o impulso biológico, hace posible la semilla de la vida que surge de esa “nada”. El inicio y final de la vida, incluso materialmente hablando, se sustentan en esa “nada visible” de la que parece que se surge y a la que se vuelve asistido por ese “impulso energético”.
Un misterio omnipresente en nuestro entorno de cada día que vestimos de millones y millones de acciones promovidas por otros tantos impulsos energéticos igualmente invisibles, tan sólo apreciables en sus efectos, las mismas acciones precisamente. Somos la consecuencia de un despliegue energético a un nivel superficial o relativo, y pura energía en esencia, a un nivel último o absoluto.
Las coincidencias de la ciencia más reciente y la espiritualidad en este punto son más que asombrosas. Lo que siempre las distanció, la búsqueda de respuestas últimas, hoy es el principal elemento conciliador, los polos se tocan en la urgencia de soluciones a la era crítica que vivimos.

Indiana OM
© Todos los derechos reservados

2 comentarios:

  1. Excelente blog, gran fuente de verdad de inspiracion, sigue adelante. Yo soy ingeniero y solo cuando uno profundiza lo suficiente se da cuenta de la verdad de estas palabras.

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  2. buen blog sigue adelante este post ha sido gran fuente de inspiracion para mi hoy. cuando más se profundiza en cualquier diciplina mas evidentes son estas palabras. Soy ingeniero y muchos ingenieros tienden a confundir teoria con verdad-realidad, tuve que profundizar mucho en la fisica primero y también con la meditación (diciplinas) para darme cuenta de estas verdades, saludos

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