martes, 17 de julio de 2012

AMOR. AMAR.


Sin camino (1ª parte)

Me piden que ame. Así, sin más, en frío. Sin preámbulos ni calentamientos previos. En seco. Y no me sale (de la punta del corazón). “Amaos los unos a los otros” me arrojan a veces y esconden la mano. 

Y si algo sale bien -siendo más deseado que planificado- es porque “Dios es amor”, afirman con la más beatífica de sus bobaliconas sonrisas.




Y, claro, tú, querido y sufrido “meditador”, que te has metido en esto, como yo, porque te has puesto  a buscar un poco más allá de tu vida de toda la vida, removiendo la convención y las costumbres, a veces te quedas entre las cuerdas cuando se te espeta que ames. Se ha establecido la espiritualidad asociada a un mundo de imágenes estereotipadas de arco iris y vaselina, que dan color a los sentimientos, y tú “sientes” que debes de andar un tanto descarriado porque no ves el mundo así, tan idílico como te lo pintan que debe ser. Tan “como Dios manda”.



Me hablan de dos vías en mi búsqueda, principales: el Camino de la Sabiduría y la Vía del Corazón, del Amor.

En la primera, se me pide ir más allá de todo, incluso del conoci-miento que desbanca la ignorancia que me imprime sufrimiento al no haber alcanzado la Verdad. Se me pide “meditar” para alcanzar el estado de meditación que está más allá de lo que creo o me han contado (y he creído a pies juntillas) que soy. Se me pide esforzarme en soltarlo todo, para alcanzar el no esfuerzo. Practicar mucha meditación para llegar a lo que ya soy, a mi esencia pura, a mi realidad, que afirman que ya está aquí y ahora. Se sentencia que el movimiento se demuestra andando, y que, sin embargo, yo me mostraré a mí mismo, paradójicamente, sentándome muy quieto. Que me quede en el más absoluto de los silencios, aunque, por otra parte, a veces tanto silencio provocado, no me deja ni escucharme. Que ya soy lo que busco, que no hay camino para llegar a  ejercer mi naturaleza y que no tengo que ir a parte alguna para estar en mi casa. Tal vez por eso me pidan tan encarecidamente que me siente aquietado, para ver que nada permanece sin moverse, que todo cambia, hasta la idea que tengo de mí.

Llenan mis oídos de conceptos, para que viva más allá de las palabras. A veces se me va la cabeza al querer trascender mi mente. Y creo que, si no estoy iluminado, es porque me faltan luces, de tanto vivir en la sombra bajo el sol, al calor del hogar, dulce y acomodado hogar.

Un sabio parece ser que afirmó que “saber que no soy nada, es sabiduría”. Claro que también la otra sabiduría, la popular, afirma que “quien nada no se ahoga” y se suspira un contundente “no somos nada” en cada entierro. Si ya no éramos nada ¿para qué “hacer nada”? ¿Para ser lo que ya soy, nada?

Por otra parte, cuanto menos hago, si no hago nada, no llegaré a nada, no seré nadie. Pero, me afirman que, si soy algo, si deposito mis señas de identidad (me identifico) en algo, estoy eludiendo esa “nada que lo es todo”,y no estoy siendo Yo, sino yo. Vamos, que al aclarar-me, siento que me ensombrezco más, si cabe, porque tan sólo debería dejarme ser, sin mayor pre-tensión.

Más ser y menos existir. Insistir en no subsistir. Ser versus estar. Vivir al no sobrevivir, porque para nacer a una vida nueva, primero he de morir a lo de siempre.

Ser. ¡Qué complicación más simple!

 Indiana Om
Continuará.
© Todos los derechos reservados                                                                                                     



8 comentarios:

  1. Sí, parece que sí, que Ser es una complicación. Pero eso de simple...no sé. O lo mismo es que no sabemos que significa eso de simple...

    Lo complicado es eso de sentarse y llegar a comprender que no hay que hacer nada, porque nuestra mente no entiende eso. Como decías en un retiro, somos enfermos de la experiencia, necesitamos imperiosamente estar sintiendo..., nos cuesta dejarnos ser y no tener expectativas...por eso, como bien dices, es necesario morir a todo, completamente a todo lo de siempre para dejar de existir y vivir desde el Ser...

    Abrazos Indy

    ResponderEliminar
  2. EXISTENCIAL TEXTO. VENDRÉ POR LA SEGUNDA PARTE.
    UN ABRAZO

    ResponderEliminar
  3. Esque sin la experiencia no obtenemos el re-conocimiento.
    La Sabiduría nos lleva al Corazón, ese del que tanto se habló siempre y nadie supo qué quería decir. Y si lo sabían se lo callaban, (no vaya a ser que "el borrego" se descarríe)...

    Un abrazo,

    Pe

    ResponderEliminar
  4. Horrrr!! cómo está la Pepa!!! ¡¡jeje!!
    Abrazos también para ti corazón....

    ResponderEliminar
  5. Ser o no ser... y o de la nada, nada se hace, de Descartes... Creo que el globo que nos has dejado en la imagen, lo define muy bien, dejarse ir, dejarse ser, para estar. Me ha gustado leerte... Besos.

    ResponderEliminar
  6. Nadie llega a ser lo que ya es si busca ser de otra manera.
    Salud-dos

    ResponderEliminar
  7. Es que vivir es una plena contradicción. Es cierto que nos intentan llenar de conceptos, nos piden, nos exigen a veces, que vayamos por determinados caminos para alcanzar la sabiduría o la felicidad. ¿Vivir es caminar o tener plena conciencia de la nada, de la quietud en sí misma? Lo importante, creo, es la meditación en sí. Es una luz más que una sombra.

    ResponderEliminar
  8. 'se me pide'??
    quién o qué pide y para qué?
    ... creo que las expectativas o las exigencias que nos hacemos son el enemigo del silencio y del encuentro consigo mismo: ser, estar, vivir, es estar presente...es el presente el que contiene los secretos de la plenitud
    ...bueno, digo yo, que de esto sé poco

    besos

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...