Nuevos tiempos. Principio de una era. Toda una época que se despereza contundente, sacudiéndose la modorra de los últimos siglos de la humanidad.
El hombre cree que crea. Afirma que es el rey de la Creación a través de sus biblias, pero hace mucho que tropezó con su trono y se precipitó a la más ignorante de las costumbres: buscar fuera de sí lo que extravió en sus delirios de poder.
En esa búsqueda se alejó de sí mismo adoptando los más diversos y, a veces, siniestros roles.
En su confusión fue dirigiendo una realidad improvisada, que cada vez más mostró sus fauces hostiles y, el invento, se rebeló contra el creador.
"Wolfgang Lettl" |
Provecho y privilegios se dieron la mano en las mentes “privilegiadas” del colectivo. La Naturaleza estableció las diferencias al civilizarse, y unos pocos medraron y otros muchos sobrevivieron a su sombra, una sombra que quiso alumbrar el camino que ella misma diseñó. La mirada rayana de la multitud aceptó la ruta y todas las instituciones que velan por ella, y asumieron acatar con tal de no pensar.
La Naturaleza, fuera y dentro de cada corazón, empuja. Su ariete comienza a hacer crujir la entrada al nuevo portal, a veces con estrépito.
Todo empieza a desmoronarse, afortunadamente. Todo se precipita entre la resistencia a lo desconocido. Agonizamos, aferrados en el naufragio, al yugo de lo “conocido”. Queremos flotar con salvavidas de hierro, entre lamentos. Insistimos en una existencia a contracorriente, al pairo con la vida. Gastamos nuestra savia en brutos esfuerzos y, como la mosca que quiere salir chocando mil veces contra el mismo cristal, estrellamos nuestra ignorancia contra la transparencia que no atinamos a adivinar.
Nos confesamos aconfesionales, ateos hasta la irreverencia, y hemos levantado el más monstruoso panteón poblado por los dioses de nuestra civilización. Poder, riqueza, guerra… religión, dinero, democracia. Política, economía, medicina… Comida, sexo y diversión.
Hemos vendido nuestras almas por unas cuantas monedas falsas.
Indiana Om
© Todos los derechos reservados
© Todos los derechos reservados
Para escuchar el vídeo, hacer click en play y detener el dispositivo de música que hay a la derecha
Una humanidad perdida, falta de confianza, y llena de contrariedad. Primero se contamina el aire y luego se limpia, se envenena el agua y luego se vuelve a envenenar con otros venenos para que, de nuevo, sea potable.
ResponderEliminarSe ha construido un mundo fuera del mundo, contra el mundo, un mundo de ficciones que impide que se renueve el hombre, alejándose de sí mismo, viviendo desde su propio mito en vez de despertar.
Y no se trata de seguir el juego de unos ni de otros, sino salir del giro, terco y rancio, de la ilusión que nos mantiene en una especie de campo de concentración. Somos prisioneros de un proceso de olvido, el nuestro propio y el colectivo. Somos los hijos de la ceguera.
Esperemos que nuestras humanidad recobre la vista, mirando hacia el interior de cada uno de nosotros.
ResponderEliminarCreo que, contra lo que nos quiere hacer creer la prensa y la Tv, vamos hacia ese despertar de la conciencia.
Besos x2
La vida tras tu caricia recupera su inocencia y la nuestra. Gracias por tornar la tierra en cosecha.
ResponderEliminarAbrazo amigos del cultivo y hermanos de la floresta.
Ojalá se inicie de veras una nueva era. Hace tanta falta....
ResponderEliminarY qué doloroso es el tránsito.
Te abrazo muy fuerte.
Con que grandes verdades nos haces reflexionar... Me afianzo en tus palabras. Gracias.
ResponderEliminarHas hecho una fotografia o mejor un video de la realidad con ironia, en el final pintas esperanza
ResponderEliminarUn abrazo
Un mundo nuevo llegará y está llegando justo ahora cada vez que seres como tu despiertan y abren los ojos...
ResponderEliminarPaz&Amor
Isaac
ME GUSTARÍA PENSAR QUE PODRÍA CAMBIAR TODO PERO AL PASO QUE VAMOS ME PARECE QUE, DE SUCEDER, SERÍA A LARGO PLAZO.
ResponderEliminarHEMOS PERDIDO CÓDIGOS, VALORES, RESPETO... TODO ES MUY SUPERFICIAL.
BESOS
SI, TODO ESTÁ DENTRO.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Uno es quien debe abrir los ojos, observar, reflexionar y cambiar.
ResponderEliminarSon siglos de adoctrinamiento, pero poco a poco todos vamos despertamos y ya hay pequeños cambios bien visibles.
Pero todo está en uno y todos necesitamos nuestro tiempo, aunque a veces pareciera que ya no lo hay.
Saludos y buen Camino!!!
La Regla
ResponderEliminar...recibieron luego la orden de olvidar. Fueron hundidos en la oscuridad y se les dieron nuevas tareas: la tarea de
recordarse a sí mismos...
Carlos Castaneda