"Dan McCaw" |
Y cuando apenas alumbren las brasas de tu hogar, como último vestigio del fuego testimonial de mil leyendas nocturnas relatadas, aún seguirá aullando el salvaje viento ancestral. Amenazante, como las sombras fantasmagóricas de la llama que feneció ahogada en sus propias cenizas, abono de su propia muerte. Una, algún día, suerte compartida.
La casa se resentirá en cada crujir, embestida por el azote de las ráfagas, a cual más violenta, de una ira irracional desatada que, se diría, podría apagar la luz de las mismísimas lejanas estrellas.
Hasta la luna, asustada, se oculta tras las recias nubes que avanzan sin rumbo rasgando el firmamento, espesándolo, obnubilándolo. Opacándolo.
Y tú, asido con ambas manos a una humeante taza de té, darás la bienvenida a una madrugada inhóspita, sobrecogido. Sorprendido. Sacudido por interminables cavilaciones que muerden tu alma ensombrecida como hambrientas alimañas rabiosas.
¿Qué viene y se va con cada existencia? ¿Qué se enciende con cada nacimiento? ¿Qué es alumbrado con cada amanecer de la vida?... ¿A qué se da a luz?
¿Qué consume el fuego apasionado del vivir? ¿De qué madera está construida la embarcación que atraviesa cada vida, cada sueño?
Absorto en la última brasa, que entrega su tributo de rojez al tiempo como un minúsculo poniente, he visto consumirse todos los propósitos de mi historia. ¡Tantos sentimientos apagarse como dulces frutos a la sazón arrojados al pozo del destino! ¡Otros cuantos más deseos de todos los colores y ardores, no siempre satisfechos, malogrados en cada quiebre del camino.
Me asomo a esa vasija humosa a la que me aferro desesperado para no caer al abismo de los olvidos. Apenas me reconozco en ese rostro sajado por las ondas expansivas de mi estupor. ¿Será la edad? No puedo, no quiero aceptarlo. Ni siquiera plantearlo.
Maldigo la contingencia que me arrojó de súbito a este momento, y colocó mi consciencia contra el cordaje. No es esa suerte de cordura la que ahora necesito.
Inútil, ¡ridículo, más bien!, desplegar mis chantajes de viejo truhán sin público al que embaucar. ¿Para qué intentarlo una vez más conmigo? Sería como pretender revivir el leño consumido a partir de las cenizas funerarias de la combustión que lo transformó en despojo.
Si nada se crea ni se destruye, como dicen, nada se puede transformar en nada.
Viví apasionadamente sabiendo que siempre habría un sueño.
Dormí confiado en que me aguardaría un despertar.
Quiero morir sin dolor, con las menores cicatrices posibles, porque sé que habrá un renacer.
Vivir, dormir, morir.
Soñar, despertar, renacer.
Hasta nunca.
Hasta siempre, alma diáfana. Viajera insaciable.
Cuando el telón caiga ausente al eco de los aplausos de la sala vacía, no quiero ser la gota que vuelve al océano, sino el agua que se evapora bajo la incandescencia de un sol inmaculado, abarcando todo el cielo, abrazando la eternidad. Para no regresar.
Para siempre ser.
Para siempre ser.
Indiana Om
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"¿Qué viene y se va con cada existencia? ¿Qué se enciende con cada nacimiento? ¿Qué es alumbrado con cada amanecer de la vida?... ¿A qué se da a luz? ¿Qué consume el fuego apasionado del vivir? ¿De qué madera está construida la embarcación que atraviesa cada vida, cada sueño?"
ResponderEliminarNo son sólo preguntas, y qué preguntas, sino también sugerencias. Caminos que se abren, llamas que empiezan a arder. Alma que empieza a soñar.
Que entrada tan reflexiva, no solo en las preguntas sino en tus propias cavilaciones de lo que te gustaría o no. Un ciclo que lleva a otro pero como y a dónde....alma diáfana quizás sea en lo que resumiría fuera mi existencia.
ResponderEliminarSaludos
El entramado entre pensamientos y palabras con figuras exactas me fascinó.
ResponderEliminarCuanto más se va transparentando nuestra alma con el transcurso de los días, más fuerza toma del otro lado de la ventana. Es que al no verla, suponemos el vacío.
La vida es un viaje lleno de experiencias de todo tipo y cada cual la jugará y la vivirá como decida.
ResponderEliminarSufrir es parte, y se sufre demasiado.
Un reto este de saber estar en pleno dolor y seguir confiando y sabiendo...
Vivir apasionadamente, ahí el sentido para alcanzar los sueños. Es ese el viaje para algunos, celestialmente diáfano.
ResponderEliminarSaudos y buenas tardes.
Habrá que respirar consciente y conectadamente para que esa alma gota, esa alma furtiva a veces, y otras tantas peregrina nos eleve sobre el profundo aire de la noche elevadora que conduce al Reino del los Cielos, el techo de nuestro corazón.
ResponderEliminarSiempre ser
Vivir, sentir, sufrir, dormir, morir, todo mereció la pena para no regresar. Qué profunda reflexión para confiar en el misterio. Un abrazo.
ResponderEliminarLa vida se consume, como cualquier otro material sobre el planeta...
ResponderEliminarA mi me gustaría evaporarme como dices Indiana
Pero mientras espero eso, daría cualquier cosa por sentir tibieza a mi alrededor...
besos
Que bonito escribes.
ResponderEliminarGracias por la visita a mi blog.
Yo ya me quedo en el tuyo.
Me gustaria que te hcieras seuidora del mio si te apetece.
Un besito.
IO. Un placer encontrar otro talento en el mundo literario, el tuyo. Tu espacio en el infinito es bello, tus palabrs que son esenciales reflexiones del ser y no ser, tienen ese esencia del universo que somos, polvo de estrella.
ResponderEliminarCuántas preguntas invaden nuestra mente. Tantos interrogantes tiene nuestra existencia. Encontraremos la respuesta alguna vez? En el océano? en el cielo?
ResponderEliminarQuién sabe...
Impresionante texto. felicitaciones!
Un abrazo!
Tu texto me hizo recordar un libro de A. Bailey...
ResponderEliminar"...el proceso del sueño diario y el proceso de la muerte ocasional son idénticos, con la única diferencia que en el sueño el hilo magnético o corriente de energía, a través de la cual corren las fuerzas vitales, se mantiene intacto, y constituye el camino de retorno al cuerpo. Con la muerte, este hilo de vida se rompe o corta. Cuando esto ha acontecido, la entidad consciente no puede volver al cuerpo físico denso, y al faltarle a ese cuerpo el principio de coherencia, se desintegra. (4-358/9).
Felicitaciones y un abrazo mj.
Amigo un texto profundo y para reflexionar tres días seguidos. Perfectamente escrito, muy poético y muy depurado ese vocabulario.
ResponderEliminarUn abrazo.
La esperanza es como una cuerda floja casi transparente, el tiempo: viejo experto, enseña que inclusive poniendo de nuestra parte no existe el 100% de probalidad para que ocurran tus exigencias. Ante esto no queda más que partirse el alma con gusto y en los ratos de ocio disfrutar con un cafe irlandes el talento natural y envolvente de un escrito como este!
ResponderEliminarSaludos mj un gusto que te dejaras encontrar!!
ESTE TEXTO POÉTICO NOS DEJA INNUMERABLES MENSAJES SOBRE LA VIDA Y LA MUERTE, SOBRE LOS ENIGMAS Y LOS SECRETOS, SOBRE TODO AQUELLO QUE SUPONEMOS COMO POSIBLE...
ResponderEliminarUN BESO GRANDE.
TE FELICITO
Simplemente genial...!!
ResponderEliminarHas enarbolado la paciencia y la impaciencia del ser en ese ir y venir de luces y sombras.
Facinante...!!
Un beso
Una entrada para pensar. ¿Cuál es el fin de nuestra vida y que existe más allá?
ResponderEliminarUna reflexión que nunca termina....
mariarosa
Una red de reflexiones e interrogantes que hace a la vida.
ResponderEliminarMaravillosa entrada
Un abrazo
En primer lugar gracias por visitar mi blog y propiciar este encuentro. Tu blog me parece de lo mas interesante, me quedare un buen rato aqui leyendo y observando. Un saludo
ResponderEliminarwow he sentido una intensa carga poética.
ResponderEliminarSaludos
David
El hombre nace porque es una parte de la vida. Nuestra vida de la que estamos tan orgullosos es a la vez tan infinitamente pequeña como casi podríamos considerarla infinita.
ResponderEliminarNuestros deseos son una cosa y nuestra realidad es otra bien diferente. Cuando nada podemos hacer por cambiar nuestro destino, lo mejor es aceptar la vida como la aceepta una flor. Dar lo mejor de nosotros mismos.
Para mí ha sido muy grata la lectura de esta prosa poetíca en la que expresas tus inquietudes y deseos. Que se cumplan tus deseos: es lo único que puedo hacer por tí y, a la vez, preguntarme también si mi deseo servirá para algo.
Franziska
Aqui estoy mj, llenándome de tanta hermosura qeu rezuma este texto.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias a amig@s, de corazón, por todos vuestros comentarios. Son como un viento fresco, el alimento de este espacio...
ResponderEliminarUn abrazo enorme a tod@s.
mj
A mi no me importaría regresar... jejejeje.
ResponderEliminar"¿Qué viene y se va con cada existencia? ¿Qué se enciende con cada nacimiento? ¿Qué es alumbrado con cada amanecer de la vida?... ¿A qué se da a luz?"
Preguntas vitales que me hago seguido.
Un abrazo, Indy.