miércoles, 12 de septiembre de 2012

AMOR EN TRÁNSITO (2ª Parte)



ll


       A veces me siento como un espectro, condenado a vagar por todos los países en los que me depositan estos pájaros de acero. Mi ruta es la suya. Desde que decidiste alejarte de mí, alegando desgaste sentimental, he sido yo el que respetuosamente ha puesto tierra –más bien aire- de por medio entre tú y mi corazón, donde no había un resquicio.

"Richard Estes"

       Amada mía, sobrevolando las nubes y sus reinos de algodón, me he armado con la convicción suficiente para participarte que el amor no se puede consumir. Tal vez sí consumar, pero acabarse nunca. Al menos el amor en el que yo creía y creo. Los sentimientos humanos son como asentamientos donde los nómadas desisten de su condición de proscritos del destino. Muchas eras serían precisas para movilizar y desterrar nuevamente a esas almas hijas del anhelo. ¡Cuántos años de añoranzas fueron necesarios para conmover a los vientos del sino que te trajo hasta mí! ¡Un sinfín de vigilias preñadas de ensoñaciones y fantasías, que dieron a luz esta relación que ahora se me escurre entre los dedos del que desea beberse el mar y más! ¡Gracias, escultor de sentimientos, por cincelar lo más sólido de mi existencia, el propósito de mis propósitos!

       

       Volando de aquí para allá, llevado por un querer que me dio alas, he comprendido que el amor verdadero no tiene límites, propietarios ni fronteras, como esos países que se tornan paisajes mirándolos desde el pasaje hacia el reino de los cielos. Doy gracias a los mismos por haberte conocido y encontrado. Por habernos reunido en un punto de la eternidad, aunque tú nos tengas por separados. No. El amor que yo siento, ajado, no es un asunto zanjado. Aunque mis sentidos ya no te lean, tú no te has marchado, si es que alguna vez te creíste a mi lado. 

       Deambulo por las avenidas, plazas, puertos y escenarios urbanos de cuantas ciudades me acogen en mi destierro. El mundo, de tanto ejercerlo,  ha convertido a este indigente indígena en su oriundo.

"Dan MacCaw"

      Al principio fui el espectro de la soledad más irreprimible que temerse pueda. Ni los alcoholes más oscuros de las frías noches suburbanas de las más remotas capitales, lograron anestesiar a duras penas unas horas, por toda tregua, este corazón escocido. Como un famélico cachorro apaleado, entrechoqué mis huesos contra cuantos raídos bancos de parques olvidados me topé. Noches al raso cubierto por los escupitajos de mil rocíos impertinentes. Mordido por los fríos fantasmas de las madrugadas de alguna pensión de mala nota, en los barrios latinos. Arropado por el hedor de alguna puta bañada en perfume de bagatela. Inundado por el único alivio de mi vómito. Días grises, muy grises, espesos como el plomo, en casas de comidas obreras, sorbiendo hipnotizado una sopa aguachada con visitantes alados por todo tropezón. Cervezas y licores en bares y tabernas roñosas, donde los codos quedan atrapados al hincarse en la mugre de sus interminables barras, pobladas por los más pintorescos esperpentos desdentados y deslenguados.

       No obstante, amada, en todos esos sitios, créeme, estuviste conmigo, muy cerca de mí. Acaso más pegada a mi costado que vez alguna imagines. En todos esos escenarios te vi. Te reconocí, en cada alma que se agitó ante mi sombra. En cada cuerpo que hollé con fingida, tal vez, pasión. En cada carmín que se restregó sin convicción contra mis labios. En cuantos rostros me asomé. Todos los ojos que buscó mi ansiosa mirada errante, fueron los tuyos.

"Dan MacCaw"
       

      Sí. En principio fui un hijo de la añoranza. Un vástago de la melancolía. Una patética víctima de la autocompasión. Durante ya no recuerdo ni el tiempo, dejé mi amarillento cadáver arrastrar por entre todos los meridianos posibles de mi  mapa existencial, pasto de los buitres del lamento perpetuo.

     Y un buen día, un inesperado día, tras la tormenta sostenida, estando de bruces, haciéndome cruces en las últimas, aterrizó sobre mi ánimo una brizna de luz, muy tenue, a malas penas perceptible, pero con la intensidad suficiente para ungir mis heridas y encaminarlas hacia la sanación.

       Ese milagroso avatar se hizo sentir en mí todo. 

       Al principio, pareció detenerse ahí. Como si el bálsamo extendido del consuelo, apenas por la periferia de mi congoja, fuera suficiente. Tras la calma que trajo la calma, quedé sumido en un estado claro, traslúcido, que segó las telarañas de las últimas (super)vivencias. Mi historia maldita, empapada de ajenjos, se detuvo en seco. La muerte en vida falleció allí mismo. El negro sol de mis andanzas se precipitó en un ocaso vacío. Un nuevo astro despuntó en mi horizonte.

       No podría describirte todo lo que me reportó. Tampoco querrías, ya supongo, escucharlo, lejos, tan lejos de mí como has elegido vivir el resto de tus días. No desespero por ello, no vayas a creer, porque ciertamente no albergo esperanza alguna. Ya no busco. No anhelo, imploro o suplico. No me implico en más cruzadas perdidas de antemano. La aventura, por ventura, terminó.

       Ahora estoy en paz conmigo, con el mundo y con sus habitantes. No imputo ni una sola doctrina más a propios ni a extraños. No apunto a nadie como la diana de mis iras. No ejecuto ni hago rodar ya más mi cabeza. 

      Te doy gracias por la asombrosa metamorfosis que la decisión de romper tus lazos conmigo ha desatado en mí. Ya digo que no fue fácil. Ni difícil. Tampoco es que fuera yo el protagonista de todo lo representado. Sin embargo la enajenación más cruda me recondujo directamente a casa. Cuanto más perdido anduve más pródigo me torné.

"Sung Jin Kim"

      Y ya no te veo en esos rostros que desfilan en lo alto de cuerpos anónimos, por las calles de Europa, América o Asia. Ya no te leo en más labios de los que se pueden contar. No intento palparte en carnes frías embutidas en sábanas raídas de compartimentos ajenos. Tu sabor ya no es el de las grietas de los labios que bebí en los suburbios de nuestra civilización. No. Mis huesos ya no beben los vientos por ti, arrastrados por la fiereza impasible de mil huracanes, mientras tú permaneces arropada, a cubierto, por cualquier otro amor que te arrulla los fines de semana y fiestas de guardar.

 Indiana Om 

 © Todos los derechos reservados  
Continuará.


16 comentarios:

  1. Deliciosamente increíble, una perfecta declaración de amor sin destinatario definido, cargada de poesía lúgubre, de pasión imprecisa.
    Has llegado a conmoverme con las imágenes de este texto visual, como hacía mucho tiempo que no sucedía.
    Ya sabes que admiro tu estilo literario y no vale que escurras las responsabilidades de lo que escribes, porque todo sale de ti.
    Espero impaciente la próxima entrega.
    Un gran abrazo

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  2. Que pasada que bonito, quiero massss.
    Besitos

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  3. Spaghetti, Inma Luna, me declaro absolutamente vulnerable a vuestros elogios. A mí también, no sabría decir porqué, hacía tiempo que no me sentía tan estimulado por una opinión como la vuestra.
    Gracias mil. Me viene muy bien un empujoncito ahora que se me amontonan las ideas más otras tantas que tenía guardadas pendientes, pero que no acabo de coger la pluma tras la inmensa sacudida de mi reciente viaje a la India. Poco a poco todo devendrá lo justamente a un sitio razonable, lo suficiente para funcionar en el escaparate de la vida cotidiana de mi teatro.
    Muchísimas gracias, amig@s.
    INDY.

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  4. No hay nada más doloroo que el desamor y cuando se encuentra una pequeña luz...creemos haber roto lazos...pero dura mucho más...es como volver a nacer...

    Tu modo de explicarlo es genial

    Besos

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  5. Perder el control. Mejor dejarse llevar por el caos hermoso del río del vivir y acercar el oído a la tierra para escuchar el galope de las estrellas que caen del cielo en una eterna noche sin palabras. Quizá te realices desrealizándote. Perdiendo el amor lo has encontrado. Porque quizá tengamos que perderlo todo, y la clave sea esa para dejar de buscar...

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  6. El desarraigo del amor duele en forma, es quedarce sin tierra, sin aire. La impotencia anula el sentimiento del hablante convirtiéndolo en marioneta del destino.
    Una poesía relato, realmente interesante, con un estilo muy personal. Has dibujado en tus metáforas unas imágenes preciosas que se podían sentir cuando te rozaban la piel.
    Bravo...muy bueno.
    Un abrazo

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  7. Hay alguien habitándolo todo (hasta los sabores...).

    Saludos, Indy.

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  8. Más allá de lo concreto de viajar y de los aeropuertos, somos todos pasajeros en tránsito por la vida ésta, material, que estamos viviendo...

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  9. Y si, como a tus comentaristas anteriores INDY, me gusta mucho como escribes. De paso, bienvenido de tu viaje a la India.

    Otro abrazo

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  10. Gracias, Myriam,eres de las asiduas y se te agradece el comentario. Gracias a todos en general, de corazón...
    INDY.

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  11. Excelente, amiga, excelente. No quise enviarte ningun comentario hasta poder leer por completo tu relato. La pulcritud de tu prosa, sin excesos ni carencias me ha cautivado. Me has hecho viajar a través de tu historia, esa historia de amor sin retorno tan bien contada. Ese aquí, ahora y ya dando por zanjado un mundo de penumbra interior con posibilidades de luz que nunca prendia la llama porque estaba apagada. El encuentro del protagonista con el después que gracias a un flash milagroso se le hizo presente,para , por fin, abrazar la claridad.
    ¡Chapó, amiga mj!. No conocia esta faceta tuya, pero me ha encantado

    Muchos besos

    FINA

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  12. Qué más quisiera yo ser la autora de este relato Fina!! Yo sólo llego a componer algún poemilla y ya está. Quizá te ha pasado desapercibido quien firma el texto, y es Indy, colaborador de este Eternauta.
    Aún así, yo me siento feliz si te ha gustado, y te doy las gracias por el comentario y visita.

    ¡Chapo por Indy!
    Un beso Fina, y el final del relato está por llegar muy pronto.

    mj

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  13. Los relatos, como todas las vidas, vienen y van a la misma fuente, la Vida en estado puro sin tapujos. La Vida no tiene autoría, las autorías son para los personajes, como los de los relatos, que nos empeñamos en ejercer. Por ello precisamente apareció la etiqueta volátil de INDIANA OM, que no es del que esto suscribe, sino de todos y para todos. Se disfruta aquí escribiendo, y más se disfruta si entiendo que puede gustar a la gente (quizá por ello el recurso de los comentarios en blogs). MJ, gran creadora ella, además alumbra unas puestas en escena que deslumbran a los mismísimos relatos que adornan o potencian.
    Está todo genial. Todo de todos y para todos. Todos estamos haciendo pues todo esto. Indy,MJ y vosotros amig@s lector@s.
    miles de gracias.
    INDY.

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  14. Gracias por la aclaración, mj, ciertamente no me di cuenta de quien lo firma, así que chapó por INDY

    BESITOS , AMIGA MJ

    FINA

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  15. Estaba solo, masacrado por las ventiscas del desamor, un viandante aereo que no podia evaporar su presencia, lastima andante que despierta compasion hasta el más indolente y luego despues del desmayo, fuerzas renovadas, que se ha auto exhumado con sus propias uñas, placidez que amerita deleite, inmunidad que segrega la confianza!!

    Que deleite, !que deleite! es el rocio fresco de tus suaves y envolventes metaforas.

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  16. El desamor anida en cualquier lugar geografico...

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