Cuentos atroces que escampan con brío
por las sábanas amarillentas de una pasión atrasada.
Canto a la tarde que asoma más allá del ventanal.
La abuela se asoma,
el niño ríe.
Los ibiscus guiñan sus rojos
a una infancia vieja
que se aleja
demasiado aprisa.
Leo en el aire la brisa
del ayer escondido.
No es descabellado el presente sombrío.
Sonrío.
Me apetece besarte
y no estás conmigo.
Del poemario: "Inmensamente íntimo"
Indiana Om
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Hermoso, muy hermoso...
ResponderEliminarEl tiempo es caballo veloz
ResponderEliminaren el ayer escondido.
Un abrazo
Muchas gracias, amigas del alma.
ResponderEliminarIndy