"Serie Proverbios y Delirios" |
Anduve por ese valle de verde alfombra mojada, sin hartura. Los jirones malvas en el cielo, acuchillados por hojalatas doradas, gravitaban densos sobre mi cabeza. Amenazaba tormenta, al menos de agua. La tarde no rompía a llorar mal que le pesara. El vasto escenario ondulado ofrecía luces que chorreaban cromatismos fantasmagóricos irreprimiblemente atractivos. Cada rincón suponía una era por transmigrar para un alma viajera que no hallaba consuelo. Más que pisar, mis pies, lejos de ocasionar huella alguna, eran encontrados en su discurrir por ese manto tupido de sotobosque algodonoso que le salía al paso. El paisaje se andaba a sí mismo en dirección opuesta a los nublos.
Marchar, marchar y marchar. Un cuerpo braceó entre velos neblinosos. Una gasa perlada envolvió todo en un filtro de vaselina haciendo destellar –casi estallar- imposibles luminarias irisadas. Mil gotas de sudor salpicaron el ambiente de diamantes. El jadeo ritmado significó una letanía muy cercana.
Montes discretos, abismos de hueso astillado, bosques lejanos. Un reino sin fronteras se extendió hasta donde la mirada pudo alcanzar. ¡Dios. Ni tan siquiera un horizonte insinuado! Brumas y más brumas levantaron su vuelo siniestro y mordieron mi espíritu. La razón bajó la guardia. Una batalla más perdida. Una locura que me encuentra. El aleteo de un pajarraco transparente se hizo sentir. Me bañé de noche toda. El negror sin estrellas lo anegó todo. El tiempo quedó pendiente de un hilo en algún rincón del infinito.
INDY
Foto: Luis Mariano González
Cuando buscamos algo con ansiedad no lo hallamos...llega cuando tiene que llegar y nos encuentra...
ResponderEliminarInspirador escrito,amigo.
Mi felicitación y mi abrazo grande para los dos.
M.Jesús
Impresionante descripciòn del paisaje...caminante no hay camino...
ResponderEliminarBesitos muchos.
Maravillosa descripción poetica. Precioso y preciso en sus formas y manifestaciones.
ResponderEliminarMajecarmu, Adriana, Franziska... un beso enorme. Gracias por vuestra calidez, por vuestro apoyo... gracias por leerme.
ResponderEliminarSaludos cariñosos.
INDY
¿Hacia dónde iría el caminante? ¿Qué buscaría? Quizá se perdió a sí mismo en una búsqueda, y al querer volver se encontró sólo, caminando entre la bruma, acechado por la locura, esperando que las primeras lágrimas del cielo comiencen a caer. Quizá detuvo su marcha esperando a que lo encuentren, mejor, mucho mejor.
ResponderEliminarUn gran abrazo
Me sentí por momentos en esos sueños oscuros de los que se desea salir... excelentes tus letras!
ResponderEliminarUn placer leerte, te dejo un fuerte abrazo.
Para encontrarse hay que perderse, hermosa descripción de un paisaje real o imaginario. Hermosa conexión con lo infinito. Reflexivas letras. Un abrazo.
ResponderEliminarCuando buscamos, quizás no encontremos, o encontramos sin buscar. Sólo el tiempo-vida, lo sabe.
ResponderEliminarSaludos, Indiana y MJ. Que pasen una buena noche.
Pareciera una contradicción pero suele suceder que cuando buscamos no encontramos y al quedarnos quietos llega lo que tiene que llegar.
ResponderEliminarInteresante.
Saludos Indiana y Mj.
Encontrarse entre la realidad y la fantasía
ResponderEliminarUn abrazo
Siempre encontramos cuando nos dejamo sfluir
ResponderEliminarEl tiempo "está" no pasa...y nosotros le vemos allí...impertérrito...
Besinos
La vida del hombre o mujer es un tránsito, y también un ocaso. Lo bueno es comprender que tras ese ocaso podemos pasar al otro lado sin tener que buscar razones para todo.
ResponderEliminarY cuando lleguemos "al otro lado" de este lado, descubriremos que ya estábamos en el otro lado...je,je...
ResponderEliminarGracias MJ, y a tod@s.
Un tributo a tu buen hacer con tus poemas, imágenes y aciertos miles, MJ.
INDY.
Me quito el sombrero, la pamela, y hasta la diadema que no uso, Indy.
ResponderEliminarUna vez me dijo un escritor: cuando lees algo bueno y dices 'Jooo... si yo pudiera escribir así...' entonces es que lo que lees es muy bueno.
Joo... Indy!!!
Y además, dices...
Un beso, y sé feliz!!!
Malena, por un instante, leyendo tu comentario, he besado el cielo.
ResponderEliminarAhora quisiera ofrecértelo...
Un beso celeste, guapa.Cuánta dulzura la tuya.
INDY
Sólo un pintor (como tú) es capaz de distinguir los colores entre la bruma y dibujar sus contornos con escogidas palabras.
ResponderEliminarbssoss
No debo añadir nada a esta reflexiva y maravillosa obra.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Excelente relato!. No puede decirte que me sorprendes, porque es que lo haces siempre, Indiana. Escribes de maravilla. Tus relatos tienen tal esencia, y llegan tanto...que poco más puede decirte. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn abrazo a ambos,
FINA