Esas tardes.
Indiana Om
ESAS TARDES
Esas tardes de otoño desembocando en su final. Esas tardes
de luz naranja intensa, preñadas de silencio y soledad. Esas tardes de paseo
por el huerto bañado de cantos celestes. Esas tardes de hoy que quieren
escaparse por la puerta de atrás al pasado. Esas tardes en las que todo se ha
detenido, incluso el tiempo. Esas tardes de brisa inexistente, que besan la
piel y abrazan el alma. Esas tardes en que todo fue sin dejar más residuo que
la evocación. Esas tardes en que deambulo de aquí para allá, dando rienda
suelta a lo que está desatado. Esas tardes en que el ánimo se serena y el
espíritu se solaza al sol poniente. Esas tardes que quedaron eternamente
selladas por la nostalgia, repitiéndose cada antesala del invierno. Es hora ya
de entrar al hogar y prender la lumbre que acompasará mis ensoñaciones. Arde,
arde leño del olvido, quema sin escrúpulos todas mis emociones. Que no quede ni
rastro ni huella de nada que huela a persona. Tan sólo esas tardes. Tan sólo
esas tardes quedarán en su ensimismamiento delicioso, fijadas sin dueño, en las
mareas de los años.
Adiós, otoño, adiós.
Indiana Om
12-12-2012
Precioso texto, Indi. Para mi, una hermosa forma
ResponderEliminarde empezar el día, justo hoy, en la antesala del invierno.
Un abrazo
Gracias, puntual amiga. Sí, está escrito con... el alma.
ResponderEliminarBesitos
Esas tardes que elevan al espíritu planean en el aire de los otoños. Nos llaman para recorrer us caminos soltando pájaros por sus llanuras perfumadas. El alma se enrama a su luz perdiendo todo límite hacia la altura. No puede ser de otra forma...no, no puede ser...
ResponderEliminarPreciosa tarde sin forma...hermoso texto.
Un abrazo
mj
Sí, esas tardes. Esas tardes en las que la forma se transforma en la eternidad, lo fugaz apunta lo intangible, y el tiempo se detiene absorto por esa luz de poniente naranja y ensoñadora...
ResponderEliminarGracias...